Largo tiempo ha desde que escribí por última vez, mis queridos lectores, a ver si cojo ritmo en estos días de estrés y os actualizo las entradas que quedan, que tampoco son muchas por otra parte.
Hoy os hablo de la visita que hicimos al Lysøen, una islita en la cuál se encuentra lo que fue el hogar del compositor y violinista noruego Ole Bull.
Como podéis ver no vivía nada mal el hombre, y el resto de la isla según tengo entendido también fue modificado para crear una red de 13 km. de caminos entre la naturaleza. Y en algún punto llegamos a una torre desde la que se podía ver algo parecido a esto.
Con respecto a la visita, estuvo bastante bien: la casa tiene bastantes estilos arquitectónicos mezclados y el interior era una delicia, con toda la madera surcada por innumerables tallas.
Hasta la próxima.